“…Me revienta que no veas”.
En una noche de lluvias torrenciales, Tayama vislumbra que lo que sentía era admiración. Sasaki se lo indicó basándose en lo que él sentía por Yamada. No obstante, Sasaki cree que igual se estaba metiendo donde no lo llamaban. A pesar de darse cuenta de los sentimientos de cada uno, no son capaces de percatarse de lo importantes que son el uno para el otro. El mundo sigue su curso y se acerca diciembre. Mientras tanto, surgen situaciones inesperadas, como el rumor de que Sasaki está casado o un encuentro fortuito con un trabajador del súper muy peculiar. Además, al poco de comenzar un nuevo año, Sasaki recibe una noticia que hará tambalear su relación con Tayama…
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