“Empieza a correr”
“Me importa nuestra relación”. Sasaki, aunque a su ritmo, empieza a darse cuenta poco a poco de el vínculo invisible que tiene con Tayama. El nuevo año empieza con él olvidándose de su propio cumpleaños, y su encuentro con la dueña de Daigoro y el descubrimiento de una faceta que no conocía de Tayama, entre otras cosas, prueban de nuevo que el pobre hombre de mediana edad siempre acaba siendo arrastrado por otros. Son días ajetreados, pero, por misterioso que parezca, ojalá pudieran durar para siempre, Sin embargo, una noche comienza a sacudir la llama de la esperanza que se había prendido en los corazones de ambos fumadores.
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